La onicomicosis, comúnmente conocida como infección fúngica de las uñas, representa un desafío significativo en el cuidado de las personas mayores. Este problema de salud, que afecta tanto a las uñas de las manos como a las de los pies, tiene una prevalencia notablemente alta en la población de edad avanzada, constituyendo no solo un problema estético, sino también una considerable fuente de molestias y dolencias.
En este artículo, abordaremos la problemática de la onicomicosis en personas mayores, explorando desde su definición y sintomatología característica hasta los tratamientos actuales disponibles.
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Definición de la onicomicosis
La onicomicosis es una infección fúngica que afecta a las uñas, principalmente de los pies, aunque también puede manifestarse en las manos. Esta infección es provocada por distintos tipos de hongos, incluyendo los dermatofitos, levaduras y mohos no dermatofitos. El riesgo de padecer onicomicosis se incrementa con la edad, siendo un problema común en la población de la tercera edad.
Síntomas característicos de la onicomicosis en personas mayores
La onicomicosis en personas mayores puede manifestarse a través de una serie de síntomas característicos que se deben tener en cuenta para un diagnóstico y tratamiento oportuno. Los síntomas más comunes incluyen:
Engrosamiento de las uñas
Con el paso del tiempo, las uñas afectadas por onicomicosis pueden volverse más gruesas, lo que conlleva a dificultades para cortarlas y, en algunos casos, puede causar molestias al utilizar zapatos cerrados.
Cambio en la coloración
Las uñas pueden presentar discromías, variando sus tonalidades hacia colores amarillentos, marrones, blancos o incluso negros, dependiendo del tipo de infección fúngica presente.
Fragilidad y desmoronamiento
Las uñas pueden volverse frágiles, quebradizas y presentar tendencia a desmoronarse, lo que no solo afecta la estética de las uñas, sino que también puede generar dolor y facilitar infecciones secundarias.
Deformidad
La onicomicosis avanzada puede llevar a una deformación notable de las uñas, alterando su estructura y crecimiento normal. La uña puede comenzar a crecer de manera irregular.
Onicolisis
Este síntoma se refiere a la separación de la uña del lecho ungueal, creando un espacio bajo la uña que puede acumular detritus y favorecer la proliferación de hongos y bacterias.
Mal olor
En algunos casos, la infección puede generar un mal olor notable proveniente de las uñas afectadas, el cual es producto de la descomposición del material ungueal infectado.
Inflamación y enrojecimiento periungueal
La piel alrededor de las uñas puede volverse roja e inflamada debido a la respuesta del cuerpo a la infección. Este síntoma es más común en casos severos de onicomicosis.
Dolor
Aunque no es un síntoma inicial común, con el avance de la infección, las personas pueden experimentar dolor, especialmente al ejercer presión sobre la uña afectada o al utilizar zapatos ajustados.
Dificultad para caminar
En casos avanzados y cuando las uñas de los pies son las afectadas, puede haber dificultad para caminar debido a la molestia y dolor que produce el engrosamiento y deformación de las uñas.
Sensibilidad aumentada
Se siente una sensibilidad aumentada en la zona afectada, lo que puede resultar incómodo al tacto o al realizar actividades cotidianas.
Tipos de onicomicosis más comunes en la tercera edad
Los tipos de onicomicosis más frecuentemente encontrados en personas mayores son:
- Onicomicosis distal y lateral subungueal: Es el tipo más común, que comienza en la punta de la uña y se va extendiendo hacia la matriz ungueal.
- Onicomicosis superficial blanca: Se caracteriza por manchas blancas en la superficie de la uña.
- Onicomicosis proximal subungueal: Es menos común y se presenta con una mancha blanca cerca de la cutícula, avanzando progresivamente hacia el extremo de la uña.
- Onicomicosis endonyx: Un tipo menos común que afecta directamente al lecho de la uña, sin afectar a la matriz ungueal.
¿Existen tratamientos para la Onicomicosis?
¡Por supuesto que sí! Los tratamientos actuales para la onicomicosis buscan erradicar el hongo causante de la infección y promover el crecimiento saludable de la uña:
Tratamiento tópico
Consiste en la aplicación de medicamentos antifúngicos directamente sobre las uñas afectadas. Los productos pueden ser lacas, cremas o soluciones que contienen ingredientes activos como ciclopirox o amorolfina. Este tratamiento es más efectivo en las etapas tempranas de la infección.
Tratamiento oral
Los antifúngicos orales, como el itraconazol, terbinafina o fluconazol, suelen ser más efectivos que los tópicos y están indicados en casos moderados a severos de onicomicosis. Se administran en ciclos, alternando períodos de tratamiento con períodos de descanso.
Tratamiento láser
Aunque aún es objeto de investigación, algunos estudios sugieren que el tratamiento con láser puede ser una opción válida para la onicomicosis, especialmente para los casos que no responden bien a los tratamientos tradicionales. Este tratamiento busca eliminar los hongos mediante la aplicación de calor en las áreas afectadas.
Tratamiento quirúrgico
En casos severos, cuando la uña está muy dañada, puede ser necesario recurrir a la extracción quirúrgica de la uña para permitir el crecimiento de una nueva uña sana. Este procedimiento se realiza bajo anestesia local.
Tratamiento combinado
En ocasiones, se puede optar por un tratamiento combinado que involucra el uso de medicamentos tópicos y orales para aumentar las posibilidades de éxito.
Terapias adyuvantes
Además del tratamiento antifúngico, pueden recomendarse tratamientos para mejorar los síntomas, como desbridamientos periódicos de la uña para reducir el dolor y la presión.
Cómo prevenir la onicomicosis
Prevenir la onicomicosis, especialmente en la población de la tercera edad, requiere adoptar una serie de hábitos saludables que reduzcan el riesgo de infección por hongos. Como, por ejemplo:
- Lavado regular de pies y manos: Establecer una higiene adecuada lavándose regularmente los pies y las manos con agua y jabón. Asimismo, es importante secar bien los pies y las manos después del lavado, prestando especial atención a las áreas entre los dedos.
- Usar calzado adecuado: Es recomendable utilizar zapatos que permitan una adecuada ventilación para evitar la humedad excesiva que favorece el crecimiento de hongos.
- Evitar andar descalzo: En lugares públicos como piscinas, gimnasios, y duchas públicas, es aconsejable usar zapatos adecuados para prevenir el contagio de infecciones fúngicas.
- Corte regular de las uñas: Mantener las uñas cortas, limpias, y bien cuidadas puede prevenir la onicomicosis. Es importante utilizar instrumentos de manicura y pedicura debidamente esterilizados. Además, limitar el uso de uñas artificiales y esmaltes, ya que pueden dañar la uña y crear un ambiente propicio para los hongos.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: Contar con un sistema inmunológico fuerte a través de una nutrición adecuada y evitando el estrés puede ayudar a prevenir las infecciones.