Cuidado de mayores con gripe

El cuidado de mayores con gripe es una tarea que requiere de ciertos conocimientos previos por las múltiples complicaciones que puede plantear esta enfermedad en edades avanzadas. Entre otras medidas que hemos de tomar, en primer lugar, estarán las de prevención, dado que existe mayor riesgo de producirse gripe en ancianos que obliga a ser más precavidos al respecto.

Sin embargo, con la llegada de la nueva Covid-19, en estos tiempos postpandemia, muchas personas mayores pueden tener síntomas comunes y puede ser tema de preocupación por no saber de qué se trata. Entonces, ¿cómo sabemos qué es gripe o coronavirus?

La gripe o el coronavirus son afecciones víricas que afectan al sistema respiratorio principalmente y que se transmiten con gran facilidad de unas personas a otras mediante estornudos, la tos o cuando hablamos. Además, estos virus mutan, lo que provoca que se conviertan en una enfermedad estacionaria. Sin embargo, la Covid-19 es mucho más contagiosa que la gripe y se transmite con mayor virulencia.

Estas transmisiones víricas se hacen más fáciles y habituales si cabe con las bajas temperaturas, esto es: en la temporada fría del año. El problema específico de ello en los ancianos es que, con la mucha edad, la piel adelgaza, los sensores de temperatura de la piel funcionan de forma distinta y más lenta, y además cambia el metabolismo basal, con lo cual se ralentiza la síntesis de calorías por las células del organismo. Todo ello contribuye a que los ancianos padezcan siempre temperaturas más bajas que las personas del resto de edades.

Qué medidas de protección concretas se pueden tomar

Para prevenir a los mayores tanto de la gripe como el coronavirus, es preciso tomar algunas medidas concretas que podemos resumir aquí:

  • Por supuesto, una de las medidas fundamentales para protegerse contra estas dos enfermedades son las vacunas, si recomendables a edades previas, imprescindibles en la tercera edad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja especialmente estas vacunas a las personas especialmente vulnerables como son este grupo de edad.
  • Mantener una higiene regular y cuidadosa, lavarse las manos tres veces al día haciendo uso de geles hidroalcohólicos y jabón al tocar superficies.
  • Uso de mascarilla, especialmente en espacios cerrados que impidan el contagio.
  • Mantener distancia de seguridad que haga más difícil su transmisión.
  • Evitar el contacto directo con la persona enferma.
  • Taparse la boca y nariz al estornudar o toser con un pañuelo desechable.
  • Ventilar las estancias donde se encuentre la persona enferma para que el aire se purifique.

No obstante, si la persona mayor comienza a sufrir algunos de los síntomas de estas enfermedades, ha de actuarse de la forma siguiente:

  • Ante los primeros síntomas, más vale actuar cuanto antes avisar al centro ambulatorio y asistir al médico de cabecera, sobre todo si la persona afectada es de avanzada edad.
  • El reposo es fundamental, para que el organismo se vigorice en contra de estos virus. Sobre todo, guardar reposo en casa y tener en el menor contacto posible.
  • Asimismo, es de primordial importancia que la persona anciana se mantenga hidratada. Es necesario consumir al menos dos litros diarios de agua, pues las fiebres deshidratan, y con ello, también debilitan considerablemente a quien las sufre.
  • Hacer uso de la mascarilla tanto el anciano, cuidador y familiares si el adulto mayor presenta algún síntoma Covid.
  • La persona anciana ha de tomar con la debida regularidad la medicación prescrita por el facultativo.
  • La gripe a menudo ataca al sistema gastrointestinal, por lo que la alimentación ha de ser frugal y equilibrada, ajustarse a la evolución de la enfermedad y del paciente, y al apetito de este, que, como es lógico, se verá inicialmente mermado por las fiebres. Los caldos calientes, purés y pescados blancos son recomendables para un convaleciente de procesos gripales.
  • Ha de mantenerse una temperatura adecuada en la habitación, de forma tal que esta se mantenga a temperaturas elevadas, aun cuando la fiebre esté descendiendo eventualmente y el paciente tenga sudores. De no ser así en este momento, el sudor podría enfriarse y el paciente empeoraría. Ventilar cada cierto tiempo.

Posibles complicaciones de la gripe y coronavirus en ancianos

Si la gripe en ancianos no se trata adecuadamente, puede dar lugar a complicaciones de cierta gravedad en el organismo de la persona mayor. Así, por ejemplo, puede desencadenar en:

  • Neumonía, cuando el virus llega a afectar a los pulmones. Además, si esta no se trata adecuadamente, puede degenerar en problemas pulmonares crónicos, o incluso resultar mortal. Los síntomas de la neumonía son muy concretos y específicos: tos incipiente, fiebre, mareos cansancio muscular y debilidad, dolor en el pecho… además, pueden derivar en otros más importantes y graves como taquicardias, malestar general, fiebre alta o insuficiencia respiratoria fuerte.
    Ante estos síntomas, lo mejor es acudir al médico si no se ha hecho antes, ya que puede tener consecuencias importantes. Ya sabemos que, el epicentro de la neumonía es la gripe, así que prevenir esta última evitará complicaciones.
  • Deshidratación: las personas mayores tienen tendencia a sufrir deshidratación cuando sufren alguna enfermedad del tipo de la gripe o resfriado. Una persona mayor debe estar hidratada continuamente pues con la edad tiende a perder líquidos.
  • Enfisema pulmonar: es una inflamación que se produce daños en los alveolos pulmonares e impide respirar. Las personas que la padecen, presentan tos frecuente o sibilancias, falta de aliento, sensación de presión en el pecho o tos con mucosidad.
  • Enfermedades cardíacas: presentan complicaciones cuando se contrae la gripe y podría derivar en un ataque cardíaco o ictus. Además, la gripe puede empeorar la insuficiencia cardíaca u otras patologías como el asma o la diabetes.
  • Posible pérdida de olfato y gusto.

Así pues, el cuidado de mayores es de vital importancia para preservar su salud frente a agresiones y complicaciones tan graves como estas que acabamos de reseñar.
En muchas ocasiones, los síntomas, tanto de la gripe como coronavirus, serán similares por lo que sea cual sea el caso, sería imprescindible contactar con el centro de salud para su valoración.

Síntomas de la gripe y la Covid-19

Como hemos podido observar, existen mucha similitud entre las dos enfermedades, también alguna diferencia que nos identificará cuando una y cuando otra.
Si hablamos de la gripe en personas mayores, los síntomas más usuales suelen ser dolor de cabeza, tos, escalofríos y malestar general cuya duración puede variar de una a dos semanas generalmente.

La covid también comparte estos síntomas, acompañados de la falta de aire y tos. En otras ocasiones son el dolor muscular, cansancio, diarrea o la pérdida de olfato los que hacen presencia, siendo este último muy característico de la enfermedad.

Por otro lado, también podemos confundir estos síntomas con el del resfriado común, aunque en estos casos suele aparecer cogestión nasal, estornudos, tos y dolor de garganta. No es común que una persona con resfriado tenga fiebre. Los síntomas del resfriado suelen aparecer poco a poco de forma progresiva y su duración está alrededor de 10 días.

Cualquiera de estas enfermedades respiratorias virales, deben prevenirse en el caso de las personas mayores para evitar posibles complicaciones y cuadros más graves de su ya mermada salud.