Cuidar de un familiar mayor es una gran responsabilidad. A medida que envejecen, pueden surgir dificultades que hacen que el día a día se vuelva más complicado. Si tienes un padre, abuelo o algún otro ser querido que está envejeciendo, probablemente te has preguntado si es momento de buscar ayuda extra. 

Aquí te contamos algunas señales clave que te pueden indicar que ha llegado la hora de considerar contratar ayuda doméstica, así como los beneficios que esto puede tener para tu familiar.

Cambios en la capacidad física y movilidad

Cuando moverse se convierte en un desafío, es hora de buscar ayuda.
Uno de los primeros signos de que un familiar mayor podría necesitar apoyo es la dificultad para moverse. Con la edad, es normal que las personas enfrenten problemas como la pérdida de fuerza muscular o enfermedades crónicas que afectan su movilidad. Si ves que tienen problemas para subir escaleras, levantarse de una silla o simplemente caminar, esto es una señal de alerta.

Algunas señales de que la movilidad está disminuyendo:

  • Dificultad para caminar o mantenerse de pie mucho tiempo.
  • Tropiezos o caídas frecuentes.
  • Problemas para levantarse sin ayuda de la cama o las sillas.

Si notas que moverse por la casa es un reto para tu familiar, contratar ayuda doméstica puede mejorar su calidad de vida y reducir el riesgo de accidentes.

Deterioro cognitivo

Cuando la memoria empieza a fallar, es momento de actuar.
Es normal olvidar algunas cosas con la edad, pero cuando los olvidos se vuelven más frecuentes o preocupantes, podría tratarse de algo más serio como demencia o Alzheimer. Este tipo de deterioro afecta no solo la memoria, sino también la capacidad de tomar decisiones y realizar tareas cotidianas.

Algunas señales de deterioro cognitivo incluyen:

  • Olvidar cosas recientes o perderse en conversaciones.
  • Desorientación en lugares familiares.
  • Dificultad para realizar tareas que antes eran sencillas.

Contar con alguien que pueda estar pendiente de los medicamentos, las citas médicas y la seguridad en casa es crucial en estos casos.

Falta de interés en el autocuidado

Si tu familiar deja de cuidarse, podría necesitar más ayuda.
El autocuidado es fundamental para el bienestar. Si notas que tu familiar ha dejado de preocuparse por su higiene personal, por vestirse adecuadamente o por comer bien, esto puede ser una señal de que está teniendo dificultades para mantener su independencia. A veces, esta falta de interés puede estar relacionada con la depresión o simplemente con dificultades físicas.

Señales de descuido personal:

  • No se baña o no cuida su higiene.
  • Usa ropa sucia o inadecuada para el clima.
  • Deja de preparar comidas nutritivas o pierde interés en comer.
  • La casa está más desordenada o sucia de lo normal.

Una ayuda doméstica puede encargarse de asegurar que tu familiar mantenga buenos hábitos de higiene y alimentación, lo que mejorará su salud física y emocional.

Estrés del cuidador principal

Si sientes que no puedes más, es hora de buscar ayuda.
Es común que algún miembro de la familia asuma el rol de cuidador principal. Sin embargo, esta tarea puede volverse muy abrumadora con el tiempo, especialmente si las necesidades del familiar aumentan. Si eres el cuidador y te sientes agotado, estresado o incluso culpable por no poder hacer todo, es una señal clara de que necesitas apoyo.

Signos de que el cuidador necesita un respiro:

  • Agotamiento constante, tanto físico como mental.
  • Dificultad para equilibrar la vida personal con las responsabilidades de cuidado.
  • Frustración o irritabilidad hacia el familiar.
  • Sentimiento de culpa por no poder hacer lo suficiente.

Contratar a alguien que te apoye con las tareas diarias te permitirá descansar, recuperar energías y asegurarte de que el cuidado que recibe tu familiar siga siendo de calidad.

Cambios en el hogar

Un hogar desordenado o sucio es una señal de alerta.
A medida que las personas mayores tienen más dificultades físicas o cognitivas, es común que su hogar empiece a reflejarlo. Si notas que la casa está más desorganizada, sucia o descuidada de lo habitual, es posible que tu familiar esté teniendo dificultades para mantenerse al día con las tareas del hogar.

Señales de que el hogar necesita atención:

  • Acumulación de suciedad o desorden.
  • Faltan alimentos frescos en la despensa o refrigerador.
  • Ropa acumulada sin lavar.
  • Platos sucios o cocina desordenada.

Una ayuda doméstica puede encargarse de mantener el hogar limpio y organizado, lo que mejora el ambiente y el bienestar general de tu familiar.

Ventajas de contratar ayuda doméstica

Tener ayuda puede cambiarlo todo.
Contratar ayuda doméstica no solo beneficia a la persona mayor, sino también a toda la familia. Estas son algunas ventajas de contar con apoyo externo:

  • Mayor seguridad: Tener a alguien capacitado que supervise a tu familiar reduce el riesgo de accidentes.
  • Tranquilidad para la familia: Saber que tu ser querido está bien cuidado te da paz mental.
  • Mejora de la calidad de vida: Al liberar a tu familiar de tareas difíciles, puede enfocarse en actividades que disfrute.
  • Reducción del aislamiento: La ayuda doméstica también puede ofrecer compañía, lo cual es clave para la salud mental.

Cómo elegir la ayuda adecuada

No todas las ayudas son iguales, elige con cuidado.
Cuando decidas que es momento de contratar ayuda, es importante seleccionar a la persona adecuada. Aquí algunos puntos a tener en cuenta:

  • Experiencia y formación: Busca a alguien con experiencia en el cuidado de personas mayores y que sepa manejar situaciones de emergencia.
  • Empatía y paciencia: El cuidado requiere mucha paciencia y comprensión, así que es esencial que la persona tenga una actitud positiva y respetuosa.
  • Referencias y antecedentes: Asegúrate de pedir referencias y hacer una verificación de antecedentes para estar seguro de que tu familiar está en buenas manos.
  • Flexibilidad: Las necesidades cambian, por lo que es ideal encontrar a alguien que pueda adaptarse con el tiempo.