La epilepsia es un trastorno neurológico que puede aparecer en cualquier etapa de la vida, pero en las personas mayores puede manifestarse de forma distinta y con algunos retos únicos. En los ancianos, la epilepsia puede pasar desapercibida debido a sus síntomas más sutiles, pero sigue siendo un problema serio que requiere atención.
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es una condición en la que el cerebro tiene convulsiones recurrentes debido a descargas eléctricas anormales. Aunque solemos pensar en convulsiones dramáticas, la epilepsia en personas mayores puede ser mucho más discreta, con episodios de desconexión o confusión que a menudo se confunden con despistes.
¿Por qué ocurre la epilepsia en personas mayores?
En las personas mayores, la epilepsia no suele ser hereditaria, sino que se desarrolla como consecuencia de otros problemas de salud.
Las causas más comunes incluyen accidentes cerebrovasculares, traumatismos en la cabeza, tumores cerebrales y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. También las infecciones graves del sistema nervioso y los desequilibrios metabólicos pueden desencadenar convulsiones.
Algunas de las causas más frecuentes de epilepsia en ancianos son:
- Accidentes cerebrovasculares (ACV)
- Caídas o golpes en la cabeza
- Enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson
- Desequilibrios en los niveles de azúcar o electrolitos
¿Cómo se manifiesta la epilepsia en los ancianos?
Los síntomas de epilepsia en personas mayores son diferentes a los que solemos asociar con esta condición. En lugar de convulsiones evidentes, pueden presentarse momentos de desconexión, confusión, cambios de humor inexplicables o temblores leves. Estos síntomas suelen atribuirse al envejecimiento, lo que retrasa su detección.
Los síntomas más comunes incluyen:
- Breves desconexiones o quedarse «en blanco».
- Episodios de confusión o desorientación que duran minutos o incluso horas.
- Cambios repentinos de humor, como irritabilidad o tristeza.
- Pequeños temblores en manos o rostro.
¿Por qué es difícil diagnosticar la epilepsia en personas mayores?
El diagnóstico de epilepsia en personas mayores puede ser complicado porque los síntomas son más sutiles y pueden confundirse con otras condiciones relacionadas con la edad. Además, los efectos secundarios de los medicamentos que ya toman los pacientes pueden enmascarar los síntomas. Las pruebas como la resonancia magnética o el electroencefalograma son esenciales, aunque a veces difíciles de realizar en ancianos por problemas de movilidad o claustrofobia.
¿Cómo se trata la epilepsia en los ancianos?
El tratamiento de la epilepsia en personas mayores debe ser personalizado, teniendo en cuenta las interacciones con otros medicamentos y la tolerancia del paciente. Los médicos suelen empezar con dosis bajas de medicamentos antiepilépticos y ajustar el tratamiento gradualmente. En algunos casos, es preferible usar solo un medicamento para evitar interacciones. Además del tratamiento farmacológico, en ocasiones se consideran otras opciones como la estimulación cerebral o la cirugía, aunque son menos comunes en personas mayores.
Las recomendaciones para el tratamiento incluyen:
- Comenzar con dosis bajas de antiepilépticos.
- Monoterapia, es decir, utilizar un solo medicamento siempre que sea posible.
- Revisiones constantes para ajustar la medicación según sea necesario.
¿Cómo afecta la epilepsia a la vida diaria?
La epilepsia no solo afecta físicamente, también puede tener un fuerte impacto emocional y social. Las personas mayores con epilepsia pueden sentirse avergonzadas o temer ser rechazadas, lo que a menudo lleva al aislamiento. El temor a sufrir una convulsión también genera ansiedad y pérdida de independencia. Es fundamental ofrecer apoyo emocional y educativo tanto a los pacientes como a sus familias para que puedan enfrentarse a la condición de manera más tranquila.
¿Se puede prevenir la epilepsia?
En algunos casos, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de epilepsia en personas mayores. Mantener un control riguroso de factores como la presión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa es esencial, al igual que adoptar un estilo de vida saludable. Prevenir caídas y golpes en la cabeza también es fundamental para evitar posibles complicaciones.
Algunas medidas útiles incluyen:
- Controlar la presión arterial y los niveles de glucosa.
- Adaptar el hogar para prevenir caídas y accidentes.
- Llevar un estilo de vida saludable con una dieta equilibrada y ejercicio regular.
La importancia de la educación y la concienciación
La falta de información sobre la epilepsia en personas mayores puede llevar a malentendidos y a la estigmatización. Es fundamental que tanto las familias como los profesionales de la salud estén bien informados para poder ofrecer el apoyo adecuado. Educar a los cuidadores y a los propios pacientes sobre los síntomas y los tratamientos disponibles puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes padecen epilepsia.