Lavar el pelo a una persona encamada es una tarea ardua y dificultosa, pero con la que debemos ayudar en su higiene personal a las personas que se hallan impedidas por diversas razones y que han de permanecer en convalecencia durante largos periodos de tiempo. Las causas de esta situación pueden ser muy diversas: el encontrarse postrado en la cama por una penosa enfermedad, accidentes, problemas de movilidad, o pérdida de autonomía personal y situación de dependencia. Sea como fuere, conocer las técnicas para lavar el pelo adecuadamente a una persona que ha de permanecer en cama, es muy necesario para ayudar a estas personas con una tarea básica del día a día.
Lo cierto es que la higiene personal es absolutamente imprescindible no sólo por razones de salubridad y de bienestar físico personal, sino porque también contribuye a mantener la autoestima y un mejor estado de ánimo del convaleciente, pues mejora su propia imagen, y ello posee un peso fundamental en su salud y equilibrio psíquico, tan importante en general en la vida, y más si es para afrontar tales situaciones. Hay que tener en cuenta que en la convalecencia, la dependencia, diversas enfermedades, o los trastornos que se relacionan con la vejez, acechan muy a menudo la depresión y la ansiedad; esta higiene personal y cuidado de la imagen de la persona es una de las formas de combatir tales preocupantes problemas.
Al ser personas que precisan de una ayuda no meramente ocasional, sino más bien extensa o permanente (según las definiciones recogidas con precisión por la Ley de Dependencia), hemos de ser lo suficientemente pacientes con ellas, pues se encuentran en una situación en que no pueden valerse por sí mismos, y ello engendra gran frustración. Por eso debemos tener empatía con ellos, comprenderles, y saber sortear las situaciones de conflicto. El lavado del pelo de una persona en cama se vincula con este cuidado empático, respetuoso de los deseos del convaleciente que necesita de otros para realizar sus tareas personales.
Cómo lavar el pelo a una persona en cama
Las tareas de lavar el pelo a una persona encamada han de llevarse a cabo a través de diversas etapas, para evitar que se moje la cama del convaleciente, o que tengan lugar estropicios o se produzcan situaciones de malestar de la persona a la que estamos atendiendo. En general, podríamos decir que se compone de las siguientes fases:
- En primer lugar, es preciso colocar la cama en posición horizontal, de forma tal que se garantice tanto la ergonomía de nuestro trabajo, como el bienestar fundamental de la persona encamada.
- A continuación, hemos de colocar a la persona en posición de decúbito supino: es decir, boca arriba.
- Hemos de dejar libre la cabeza del convaleciente. Lo óptimo a este respecto sería retirar el cabecero de la cama. De no ser posible, podemos colocar a la persona en posición diagonal, de forma tal que la cabeza pueda quedar libre. También hemos de retirar la almohada para que no estorbe nuestra operación, y asimismo colocar un empapador bajo los hombros de la persona encamada.
- Además, hemos de poner una toalla rodeando el cuello, otra (más pequeña) sobre los ojos, y unas torundas de algodón o tapones de cera en los oídos, todo ello para evitar que se irriten los ojos del convaleciente, y para impedir que se le introduzca agua sucia por los oídos.
- Se coloca una palangana bajo la cabeza, y a continuación se procede a realizar el lavado enjabonando los cabellos y frotando. Se aclara con agua empleando una jarra, asegurándonos de que el líquido sobrante vaya a caer en la palangana.
- Se peina y seca a la persona, y se retira toda la parafernalia, torundas y toallas incluidas.
Como podemos apreciar, lavar el pelo a una persona encamada es una tarea sencilla pero que requiere que seamos cuidadosos y respetuosos para el mayor bienestar y tranquilidad de la persona a la que estamos atendiendo.